Burt, el emblemático cocodrilo de agua salada que protagonizó la película Cocodrilo Dundee (1986) junto a Paul Hogan y Linda Kozlowski, falleció este lunes a los 90 años en el acuario Crocosaurus Cove, ubicado en la ciudad de Darwin, Australia.
La institución anunció su muerte a través de un comunicado en Facebook: “Con gran tristeza anunciamos el fallecimiento de Burt, el icónico cocodrilo de agua salada y estrella del clásico australiano Cocodile Dundee. El animal ha muerto pacíficamente durante el fin de semana, lo que marca el final de una era increíble”.
Burt, bautizado en honor al actor Burt Reynolds, fue capturado en la década de 1980 en el río Reynold. Este colosal reptil medía 5,1 metros y pesaba 700 kilos, convirtiéndose en uno de los cocodrilos más reconocidos del mundo tras su aparición en el exitoso filme.
El acuario destacó su legado, señalando que Burt “ayudó a dar forma a la imagen de Australia como una tierra de belleza natural escarpada y vida salvaje impresionante”. Desde 2008, el cocodrilo vivía en Crocosaurus Cove, donde era admirado por su temperamento independiente y su espíritu indómito.
“Su temperamento fogoso le valió el respeto de sus cuidadores y visitantes por igual, ya que encarnaba el espíritu crudo e indómito del cocodrilo de agua salada”, agregó el comunicado.
Cocodrilo Dundee fue un fenómeno cinematográfico tras su estreno en 1986, recaudando 174,8 millones de dólares, convirtiéndose en la segunda película más taquillera del año, detrás de Top Gun.
El éxito de la película dio pie a una secuela en 1988, que, aunque menos exitosa, logró recaudar 109 millones de dólares. En 2001, la franquicia intentó revivir con Cocodrilo Dundee en Los Ángeles, pero no logró el mismo impacto, generando solo 39 millones de dólares.
En 2020, Paul Hogan retomó su papel en The Very Excellent Mr. Dundee, una comedia en la que el actor interpretaba una versión ficticia de sí mismo. Esta fue la última aparición en pantalla de Olivia Newton-John.
Burt no solo fue una estrella de cine, sino también un símbolo de la fauna australiana y un recordatorio de la belleza y peligrosidad de la vida salvaje. Su partida marca el fin de una era que quedará grabada en la memoria colectiva.