En un contexto electoral cada vez más polarizado, la campaña #HandsOffMyPorn ha surgido como una voz de alerta contra la posible prohibición de la pornografía en Estados Unidos, en caso de que Donald Trump regrese a la Casa Blanca. Esta iniciativa, respaldada por actores de la industria del cine para adultos, ha destinado $200,000 en anuncios dirigidos a hombres jóvenes, instándolos a votar en contra del republicano el próximo 5 de noviembre.
La actriz de cine para adultos Siouxsie Q ha sido una de las figuras destacadas en esta campaña, que denuncia que los aliados de Trump están en favor de restringir la pornografía y penalizar a quienes la producen y consumen. «Si te importa el entretenimiento adulto, tienes que votar el 5 de noviembre», declaró en una entrevista a la AFP. Esta campaña busca contrarrestar el Proyecto 2025, un plan de reforma gubernamental que aboga por la prohibición de la pornografía y el encarcelamiento de sus creadores.
Aunque Trump ha intentado distanciarse del Proyecto 2025, muchos de sus aliados y exmiembros de su administración han coescrito el documento. En su introducción, se establece claramente que «la pornografía debería ser prohibida». La campaña tiene como objetivo principal a hombres jóvenes, que representan un segmento importante del consumo de contenido para adultos, según el Instituto de Estudios sobre la Familia.
A medida que se acercan las elecciones, los anuncios de servicio público de #HandsOffMyPorn se están publicando en sitios de adultos y están orientados a usuarios en estados clave como Pensilvania, Arizona y Georgia, donde la competencia electoral es más reñida. Las actrices involucradas en la campaña, como Siouxsie Q, aparecen en los anuncios instando a los espectadores a participar en el proceso electoral y defender sus derechos.
Holly Randall, una veterana de la industria del entretenimiento adulto, ha expresado su preocupación por la creciente amenaza que representa el Proyecto 2025. Según ella, «la industria del entretenimiento adulto es un pararrayos para temas más amplios», incluidos los derechos reproductivos y la libertad de expresión. La campaña #HandsOffMyPorn, que no está vinculada oficialmente a la vicepresidenta Kamala Harris, busca generar conciencia sobre el impacto que una posible prohibición de la pornografía tendría no solo en la industria, sino también en los derechos fundamentales de los ciudadanos.
A pesar de las negativas de Trump respecto a sus conexiones con el Proyecto 2025, investigaciones recientes han revelado que más de la mitad de los autores del documento estaban vinculados a su administración. Esto ha generado un clima de incertidumbre y temor entre los actores de la industria, quienes advierten que las restricciones podrían tener efectos devastadores no solo para ellos, sino para todos los ciudadanos en términos de derechos y libertades individuales.
