GASPRO, empresa distribuidora de oxígeno con presencia en varios países de la región incluyendo El Salvador, se ha visto vinculada en un caso de posible corrupción en el Hospital General San Felipe en Tegucigalpa.
Debido a la situación de salud por la Pandemia del COVID 19 y la demanda de oxígeno en los hospitales, la institución adjudicó un contrato a dicha empresa, para proveer el gas para las camas con respiradores. Cabe destacar que, según registros oficiales, este es el único contrato que tiene dicha empresa.
Dicho contrato fue otorgado de forma directa a la empresa, sin un proceso de licitación debido. Ante esto las leyes hondureñas tienen algunos procesos que a simple vista no fueron seguidos de forma correcta. De tal manera que al consultar el portal de transparencia del gobierno hondureño este contrato no existe.
Debido a esta inconsistencia la empresa podría caer en incumplimiento de contrato si sus proveedores en otros países como México caen en escasez. Por tal razón, cuando una empresa se compromete a dar este tipo de servicios en áreas de salud, es importante que los países cuenten con sus propias plantas de oxígeno para cumplir con la demanda generada por los enfermos de COVID19.
Por lo anterior, algunas autoridades salubristas de la nación hondureña se muestran preocupadas por el peligro de un posible desabastecimiento, que es a lo que se enfrentaría el Hospital San Felipe, ya que el recurso dependerá de la importación del producto.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), uno de cada cinco pacientes con covid-19 requerirá oxígeno y en casos severos, esto aumenta a tres de cada cinco.
GASPRO no cuenta con una planta de oxígeno en ninguno de los países que opera por lo que estará sujeto a la disposición de sus proveedores. Esto pone en peligro la vida de aquellos usuarios que se encuentran conectados a un respirador a causa de un posible desabastecimiento o cualquiera de las situaciones mencionadas anteriormente.
