La emisión de lava y los temblores en los alrededores del volcán Etna, en Sicilia prendieron las alarmas en Italia. Sin embargo, por ahora la actividad del Etna se mantiene entre baja y media, informó Protección Civil.
Ese departamento «ordenó la transición de la alerta de nivel verde a amarillo» e instó a sus equipos de Sicilia a tomar «medidas de implementación de riesgos, sobre todo en relación a la presencia de excursionistas a gran altura», explicó en un comunicado.
La decisión se adoptó anoche, tras «un aumento de temblores y una frecuente actividad estromboliana hasta los cráteres de la cumbre, acompañado de pequeñas emisiones de lava en la zona del cráter» del volcán, lo que podría derivar en «una rápida evolución del fenómeno hacia una actividad más enérgica», añadió Protección Civil.
La subida a alerta amarilla implica una actividad eruptiva entre baja y media, que es más alta que el nivel verde, el cual implica una actividad eruptiva ausente o muy baja. Todo ello viene determinado por el control del Instituto Nacional de Geofísica y Vulcanología, que analiza constantemente las evaluaciones de peligro existente a través del Observatorio del Etna.
Protección Civil alerta de que en el Etna «persiste una situación de mayor desequilibrio» que «es independiente de las fenomenologías volcánicas a nivel local, con variaciones frecuentes» en Sicilia.
«Se pide a la población de la isla mantenerse informada y seguir escrupulosamente las instrucciones de las autoridades locales», indicó la misma fuente.
La intensificación de la actividad del Etna se añade a la del volcán Estrómboli, situada en una isla del mar Tirreno, en el sur de Italia, que ayer registró una nube de ceniza con explosiones y expulsión de magma, aunque sin suponer peligro para los dos pueblos de su falda.
El Estrómboli -que da nombre a una tipología de erupción muy explosiva- se encuentra en el archipiélago de las Islas Eolias, frente a Sicilia, suele registrar estas erupciones, que se han convertido en otro atractivo turístico de la isla.
Por su lado, los episodios eruptivos del Etna son típicos de su actividad y cubren de cenizas las localidades de su alrededor.
Desde 1977 hasta la actualidad se han producido cientos de ellos, incluida la secuencia excepcional de 66 temblores entre enero y agosto de 2000, y unos 50 entre 2011 y 2013.