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El salvadoreño Arturo Muyshondt lleva la realidad de la guerra civil a la pantalla

El salvadoreño Arturo Muyshondt tenía solo 11 años cuando se convirtió en soldado en plena guerra civil en El Salvador, según reseña el medio Spectrum News 1 de California. Fue así como creció entre armas, bombas y muerte. Sin embargo, además de portar un arma, lo que cambió su vida para siempre.

“En muchos sentidos, me salvó porque no tenía ositos de peluche a los 11 años. Tenía ametralladoras y rifles automáticos a mi alrededor”, afirmó el cineasta durante entrevista para la sección «LA Stories with Giselle Fernandez”. «Quería que la gente viera lo que yo estaba viendo», acotó.

Muyshondt compartió cómo finalmente llegó a los Estados Unidos en busca del sueño americano, donde se convirtió en un banquero de éxito, pero su experiencia con su cámara se quedó con él. Sabiendo que su experiencia de niño representaba a muchos en Centroamérica, se sintió impulsado a abandonar su carrera para empezar a crear películas y documentales sobre niños traumatizados por la guerra.

La última cinta de Muyshondt, “Fuego”, explora las historias de mujeres nativas de Guatemala que luchan por quedarse con sus hijos. Sus títulos también incluyen piezas como «El Pastor», de 2016.

“La verdadera manera de tener un camino claro hacia las soluciones es centrarse en lo que está sucediendo allí porque si regeneramos ese círculo vicioso en Centroamérica, entonces podrán tener su propio sueño, el sueño guatemalteco, en lugar de necesitar el sueño americano”, manifestó Muyshondt, que también está creando la fundación Caras, para ayudar a los niños indocumentados en Estados Unidos.

«Mi esperanza es que podamos encontrar a alguien que realmente comprenda la urgencia crítica de estas historias», dijo. “Tenemos una falta de representación en nuestras historias y nuestra demografía como latinos, como indígenas y ciertamente como centroamericanos. Nuestras historias son importantes”, concluyó, sobre su labor.