share

Ejecutan con pelotón de fusilamiento a condenado a muerte en Carolina del Sur

En la tarde de este viernes, Brad Sigmon, un prisionero en el corredor de la muerte, fue ejecutado por un pelotón de fusilamiento en el estado de Carolina del Sur, marcando la primera ejecución con este método en Estados Unidos desde 2010. Sigmon, de 67 años, había sido condenado por el asesinato de los padres de su exnovia en 2001, a quienes mató con un bate de béisbol en el condado de Greenville.

La ejecución, que se realizó poco después de las 18:00 hora local (23:08 GMT), fue llevada a cabo por un pelotón conformado por tres voluntarios, quienes dispararon simultáneamente rifles contra el pecho de Sigmon, utilizando balas especiales. Los voluntarios se encontraban detrás de una cortina, asegurando la identidad de los ejecutores.

Antes de su muerte, Sigmon expresó su arrepentimiento y dedicó sus últimas palabras a pedir perdón y ofrecer amor. «Quiero que mi declaración final sea de amor y disculpa», dijo, citando además la Biblia y denunciando la pena de muerte. “Ya no vivimos bajo la ley del Antiguo Testamento, ahora vivimos bajo el Nuevo Testamento”, añadió.

La ejecución se llevó a cabo en cumplimiento de una ley estatal aprobada en 2023, que obliga a mantener en secreto la identidad de los miembros del escuadrón de ejecución y de los proveedores de fármacos utilizados en la inyección letal. Esta ley ha sido objeto de controversia y fue impugnada por la Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU), que presentó una demanda en enero contra las disposiciones de la misma.

Un hombre con un cartel que dice "La ejecución no es la solución"

El caso de Sigmon resalta la creciente preocupación por los métodos de ejecución en el estado, que incluye la silla eléctrica y la inyección letal. Los abogados de Sigmon habían argumentado que su cliente eligió el fusilamiento, considerado el método más violento, debido a dudas sobre la eficacia de los otros métodos disponibles.

Sigmon había confesado haber asesinado a los padres de su exnovia con un bate, alegando que no podía “tenerla” y que no permitiría que nadie más lo hiciera. La víctima había logrado escapar de su ataque.

Una sala de ejecuciones en Carolina del Sur

Tres miembros de la familia Larke, los familiares de las víctimas, presenciaron la ejecución. Tras la muerte de Sigmon, un médico realizó un examen de aproximadamente 90 segundos antes de declararlo oficialmente muerto.

La ejecución de Sigmon marca un hito en el uso del fusilamiento en Estados Unidos, siendo apenas la cuarta persona ejecutada por este método desde que la pena de muerte fue reintroducida en el país en 1976.