El secretario de Estado de los Estados Unidos, Marco Rubio, informó al presidente salvadoreño Nayib Bukele que el gobierno estadounidense restablecerá parte de la asistencia en materia de seguridad, mientras que muchas de las funciones de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) continuarán operativas.
Según la portavoz del Departamento de Estado, se ha autorizado una exención para reactivar la asistencia destinada al Centro Nacional de Análisis de Pasajeros (CNAP) de El Salvador, que se encarga de detectar viajeros sospechosos, así como el apoyo al Grupo de Información de Seguridad Fronteriza (CGIF). Rubio también anunció que se reanudará la colaboración con las unidades de seguridad salvadoreñas que trabajan en conjunto con las fuerzas del orden estadounidenses.
En declaraciones a la prensa, Rubio enfatizó que muchas de las funciones de USAID se mantendrán, aunque alineadas con los intereses nacionales de Estados Unidos. «Hay cosas que hacemos a través de USAID que debemos continuar haciendo y que continuaremos», afirmó.
Estas declaraciones contrastan con las de Elon Musk, director del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), quien calificó a la USAID como una «organización criminal» y sugirió su eliminación total. Por su parte, el expresidente Donald Trump manifestó que valora el «concepto» de la USAID, pero cuestionó su dirección actual, describiéndola como «manejada por lunáticos radicales».
El pasado 20 de enero, Trump firmó una orden ejecutiva que suspendió por 90 días la asistencia exterior para el desarrollo, con el objetivo de evaluar su eficiencia. Como resultado, se paralizaron los desembolsos a países extranjeros, ONG y contratistas internacionales mientras se revisan los programas de ayuda.
Recientemente, medios estadounidenses informaron sobre el cierre de las oficinas de la USAID en Washington y la restricción de acceso a sus empleados, lo que ha generado incertidumbre sobre el futuro de la cooperación internacional de Estados Unidos.