Los diputados de la Asamblea Legislativa destacaron la trayectoria de José Rolando Menéndez Castro, quien interpreta el papel del personaje mítico salvadoreño. Es un reconocimiento a su trayectoria en las artes escénicas, autor de obras y músico.
Rolando Menéndez es un artista salvadoreño reconocido por dar vida al personaje de “El Cipitío” y por sus grandes aportes en el campo de las artes escénicas, música, cultura y literatura, tanto en el país como en el extranjero.
Menéndez Castro nació en Juayúa, de Sonsonate, el 2 de febrero de 1952, tras completar sus estudios de tercer ciclo se trasladó a San Salvador para continuar con su bachillerato y sus estudios en artes escénicas en el CENAR en 1972. También sacó una licenciatura en Letras en la Universidad de El Salvador en 1987.
Es creador de 170 canciones de todo género interpretadas por distintos artistas nacionales e internacionales, entre ellos, la Fiebre Amarilla, Jardines del Norte, Melao, Bronco y Los Alfaro.
Entre sus logros más destacados en la rama del arte y la cultura están:
- Escritor de obras de teatro, cuentos y adivinanzas.
- Guionista de programas de televisión enfocados en el arte, la cultura y los valores.
- Cantautor de más de ciento setenta canciones.
Su trayectoria de ha permitido obtener varios reconocimientos, entre los que destacan: Premio - Nacional de UNICEF por Las Aventuras de El Cipitío en 1992.
- Notable Artista de El Salvador en el 2011.
- Micrófono Dorado, otorgado por la Asociación de Periodistas Independientes de El Salvador en 2007.
«El estudio universitario me ayudó a darle bases educativas a los programas que yo desarrollaba, como, por ejemplo: Club Infantil, Cipotada, el Tesoro Infantil y Fantasía», expresó, Rolando Menéndez, conocido como «El Cipitío».
Su aporte a la sociedad salvadoreña, a través de la cultura y el fomento de los valores, ha dejado un legado artístico que ha trascendido generaciones a las que ha acompañado por medio de sus programas, siendo el más popular «Las Aventuras de El Cipitío».
«Los cuentos, las canciones, las adivinanzas y las obras de teatro tenían que llevar un mensaje positivo y educativo y la educación superior me ayudó a poder ejecutar este objetivo», explicó, Rolando Menéndez, «El Cipitío».
