El de este jueves no será el primer partido entre Costa Rica y Alemania en mundiales de fútbol. En 2006, ambos equipos se vieron las caras, en un partido que en medios alemanes se recuerda como muy exigente para el conjunto germano.
Eran otros tiempos. El entrenador de Alemania era Jürgen Klinsmann, cuya selección salió con Jens Lehmann en la portería, Arne Friedrich, Per Mertesacker, Christoph Metzelder y Philipp Lahm en la defensa, Thorsten Frings y Tim Borowski en la contención, Bastian Schweinsteiger y Bernd Schneider en la media cancha ofensiva, y un poderoso ataque formado por Miroslav Klose y Lukas Podolski.
Los ticos, por su parte, alinearon con José Francisco Porras en el arco, Michael Umana, Douglas Sequeira y Luis Marín en cadena de tres nominal, Gilberto Martínez, Danny Fonseca, Mauricio Solís y Leonardo González en la media cancha, el constructor era Walter Centeno con el número 10, y adelante jugaron Ronald Gómez y el que sería una pesadilla para la defensa alemana, Paulo Wanchope. Costa Rica tenía un técnico del país, Alexandre Guimaraes.
Era el primer partido de la fábula de verano que la selección alemana quería escribir en casa propia, con una selección que ilusionaba. Y el primer partido parecía corresponder a las expectativas.
Lahm anotó de derechazo apenas al minuto seis, y parecía que todo se encaminada por un rumbo soñado. Pero apenas seis minutos más tarde vino otro derechazo, esta vez de Wanchope, hacia la portería de Lehmann, que no pudo atajar. Se empataba así el encuentro, más la igualdad no duraría mucho.
Al minuto 17 del encuentro apareció el que hasta la fecha es el máximo goleador de todos los mundiales para desemparejar la numérica. Miroslav Klose remató de zurda una asistencia de Schweinsteiger para volver a poner a los alemanes en ventaja. Luego de esto vino una larga fase en la que ni Alemania pudo ampliar, ni Costa Rica empatar de nuevo.
El segundo gol de Klose en el duelo, al minuto 61, parecía traer consigo el marcador definitivo ahora con tiro de pierna derecha. Cuando se comenzaba a vislumbrar el festejo final, Wanchope se encargó de echar a perder la celebración. Descontó 3-2 al minuto 73 y daba vida al conjunto de Costa Rica. Se acababa el partido cuando a tres minutos del cierre reglamentario, Frings finalmente dio el cubetazo de agua fría a las esperanzas de los ticos al anotar el cuarto gol alemán, a nueva preparación de Schweinsteiger.
Al final, y pese a la combatividad mostrada en ese partido, el Mundial de Alemania 2006 dejó malas sensaciones a la selección de Costa Rica: se despidió en la fase de grupos al perder sus tres encuentros contra Alemania, Ecuador y Polonia y no lograr cosecha de puntos.
