En el escenario político de El Salvador, 2024 no fue un año exento de polémicas que provocaron desde carcajadas hasta indignación. Las discusiones y los comentarios de diversos actores políticos se convirtieron en tendencia, reflejando las tensiones y las diferencias que definen el actual panorama.
Mientras algunos ofrecieron comentarios que fueron tomados con humor y simpatía, otros generaron reacciones de apatia y molestia en amplios sectores de la población. A continuación, recordamos algunos de los momentos más polémicos y las figuras detrás de ellos.
Julia Évelyn Martínez: La Economista que Desató la Ira de las Redes Sociales
El 22 de octubre, la economista y exasesora del gobierno, Julia Évelyn Martínez, causó revuelo en redes sociales con unos comentarios que parecían inofensivos, pero que rápidamente fueron viralizados por su tono y su aparente desconexión con la realidad de muchos salvadoreños. En una entrevista sobre las políticas gubernamentales en alimentos y agricultura, Martínez afirmó:
“Yo suelo ir a los supermercados, pero es por mi nivel de ingresos, perdón, pero yo no soy pobre, yo compro en los supermercados… No he hecho uso de los agromercados, pero conozco gente que sí.”
Estas declaraciones provocaron tanto simpatía como indignación, dependiendo de la postura política de los oyentes. La economista fue blanco de ataques en redes sociales, y, días después, sufrió un incidente aún más grave: un hombre la acosó en el centro de San Salvador mientras la grababa. Martínez, visiblemente afectada por el incidente, relató su experiencia en una radio local, donde expresó el miedo que sintió durante el acoso. Este hecho reflejó la polarización de las opiniones en torno a las figuras públicas y la fragilidad de la seguridad para las mujeres en el ámbito político.
Ernesto Castro y la Relatividad de los Salarios
Otro de los momentos que capturó la atención de la nación fue la respuesta del presidente de la Asamblea Legislativa, Ernesto Castro, a una pregunta sobre la posibilidad de reducir los salarios de los diputados. Con un sueldo mensual que varía entre los $4,200 y $5,700, mientras muchos salvadoreños ganan el salario mínimo de $365, Castro afirmó el 3 de octubre:
“Es que todo es relativo, es como ahora nuestros amigos comunicadores, youtubers, hay unos que facturan un montón de dinero y algunos van a salir a decir que por qué un youtuber gana más que un médico, pero eso es una cuestión que en todo el mundo se da, es algo que es normal.”
Este comentario no pasó desapercibido y generó reacciones en la opinión pública, que no tardó en recordar las desigualdades salariales que persisten en el país. La comparación entre los salarios de los diputados y los de profesionales como médicos o maestros dejó al descubierto una creciente desconexión entre las élites políticas y las realidades de los ciudadanos comunes.
Claudia Ortiz y la Controversia de las Asignaciones de Personal
El 8 de octubre, la diputada Claudia Ortiz, del partido opositor Vamos, fue protagonista de una controversia relacionada con las asignaciones presupuestarias para la contratación de personal en la Asamblea Legislativa. A diferencia de otros diputados que tenían asignados $13,500 mensuales para el pago de su personal, Ortiz tenía $20,000 mensuales. Esto generó cuestionamientos sobre la transparencia en el uso de los recursos públicos. Durante una entrevista, Ortiz se dirigió al presidente de la Asamblea, Ernesto Castro, con un mensaje contundente:
“Así como alguien dijo por ahí, cuando le preguntaron cuánta gente tenían ellos contratada en la legislatura pasada, contestó: ‘Es que yo no soy tu tata para andarte contestando’, pues ¡yo sí soy su nana y les digo que tienen que mostrar las planillas!”
Este enfrentamiento público reflejó las tensiones entre los partidos políticos, mientras la ciudadanía cuestionaba la falta de claridad en las asignaciones y el uso de los recursos públicos.
Elisa Rosales y el Golpe a la Oposición
La discusión sobre la Ley de Energía Nuclear, el 23 de octubre, también dejó uno de los momentos más tensos del año en la Asamblea Legislativa. La diputada Elisa Rosales, del oficialista Nuevas Ideas, respondió a los cuestionamientos de la diputada Claudia Ortiz con una frase tajante:
“Usted trae su iniciativa y aquí se toman decisiones por mayoría, ¿qué culpa tenemos nosotros que usted no alcance los votos para las propuestas que trae? Yo, al menos, no le voy a dar mi voto… Consiga los votos y con mucho gusto.”
La respuesta de Rosales fue interpretada como un golpe directo a la oposición, que muchas veces se ha quejado de la falta de discusión profunda sobre las leyes aprobadas. La polarización entre oficialistas y opositores se hizo aún más evidente con esta intervención.
Suecy Callejas y el Desafío a la Oposición
El 17 de diciembre, la diputada Suecy Callejas, también de Nuevas Ideas, atacó a los diputados de Arena en medio de la discusión sobre el presupuesto de 2025. En su intervención, llamó “mentirosos” a los miembros de Arena y les recordó que el gobierno había convertido a El Salvador en el país más seguro del hemisferio occidental.
“Así la oposición se arrastre y saque espuma por la boca, de la cólera,” exclamó, en un claro desafío a sus críticos.
Esta intervención fue seguida por una respuesta de la diputada Marcela Villatoro, de Arena, quien respondió con dureza, diciendo:
“Tome agüita, diputada, le va a hacer bien, porque quien va a echar espuma por la boca parece que es usted…” En un gesto provocador, Villatoro mostró una foto de Callejas marchando con banderas del FMLN, lo que generó una nueva ronda de acusaciones sobre la falta de coherencia política de algunos miembros del oficialismo.
El Fin de Año Legislativo: La Derogación de la Minería Metálica
El cierre del año legislativo, el 23 de diciembre, también estuvo marcado por una decisión controversial: la derogación de la prohibición de la minería metálica. Esta medida fue recibida con críticas tanto nacionales como internacionales, y se espera que siga siendo un tema de debate en los primeros meses de 2025, cuando se convoque a una nueva sesión plenaria el 5 de enero.
2024 ha sido un año de controversias en la política salvadoreña, un año en el que las figuras públicas han estado al centro de polémicas que van desde declaraciones desatinadas hasta enfrentamientos entre los mismos legisladores.
Estas controversias no solo reflejan las tensiones internas del país, sino también la polarización que continúa creciendo en la sociedad salvadoreña. Mientras algunos ven a estas polémicas con simpatía o humor, otros las viven con frustración y enojo, lo que solo evidencia la falta de un diálogo constructivo en un entorno político cada vez más dividido.