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«Black Sabbath nos dio la receta»: el legado eterno del heavy metal

Este sábado, la legendaria banda británica Black Sabbath ofrecerá su último concierto, cerrando un capítulo fundamental en la historia del rock. Artistas como Corey Taylor, Lzzy Hale y Rob Halford rinden homenaje a los pioneros de un género que no sería el mismo sin ellos.

Black Sabbath, la banda que cambió para siempre el curso del rock pesado, se despide este sábado con un emotivo concierto en su ciudad natal. Más que una despedida, el evento “Back to the Beginning” se perfila como una celebración de su legado, con tributos de artistas consagrados como Metallica, Slayer, Slipknot, Halestorm y Judas Priest, quienes reconocen la deuda impagable que tienen con Ozzy Osbourne, Tony Iommi, Geezer Butler y Bill Ward.

Sabbath nos dio las instrucciones. Nos dieron el libro de recetas”, afirma Corey Taylor, vocalista de Slipknot, al reflexionar sobre el impacto de la banda en su vida. “La mística estaba en las letras, en el sonido, en la forma en que todo era un poco más oscuro. Ser parte de esto ni siquiera estaba en mi lista de sueños, porque era inalcanzable”.

Black Sabbath no solo forjó un sonido; definió una actitud. Con más de 75 millones de discos vendidos y un sonido inconfundible nacido de las fábricas humeantes y el ambiente industrial de Birmingham, la banda encarnó la crudeza de una generación.

Lzzy Hale

De las fundiciones al estrellato

Originalmente conocida como Earth, la banda surgió en los años 60 de una escena musical efervescente en Birmingham. Fue Jim Simpson, su primer mánager y fundador de Big Bear Records, quien los descubrió y les ofreció un espacio en Henry’s Blueshouse, en el pub The Crown. Ahí, su energía oscura e innovadora los convirtió rápidamente en una sensación local.

“Se les prestó mucha más atención que a la banda promedio”, recuerda Simpson.

En sus inicios, los cuatro miembros tocaban blues, pero pronto comenzaron a componer su propio material. La transición no fue sencilla. “Al principio armamos un escándalo tremendo”, recuerda Iommi, “pero al final funcionó. Fue genial”.

Según Jez Collins, fundador del Archivo Musical de Birmingham, Black Sabbath fue un “producto de la época y de la ciudad”. Una afirmación que artistas actuales no dudan en respaldar. “Iowa es la razón por la que Slipknot es Slipknot, y las Midlands son la razón por la que Sabbath es Sabbath”, afirma Taylor. “Eres de donde vienes”.

Black Sabbath

La alquimia del sonido pesado

El inconfundible sonido de Black Sabbath no surgió por casualidad. Fue, en parte, consecuencia de un accidente laboral. Antes de dedicarse por completo a la música, Tony Iommi trabajaba en una fábrica de acero, donde perdió las puntas de dos dedos en una máquina cortadora. Contra todo pronóstico, Iommi se negó a dejar la guitarra. Se fabricó él mismo prótesis con plástico derretido y cuero, y afinó las cuerdas de su guitarra más bajo para facilitar la ejecución, creando así un tono más grave y denso que redefiniría el género.

“Cuando Tony tuvo el accidente y empezó a afinar las cuerdas más abajo, las notas comenzaron a sonar más pesadas. Ahí empezó la verdadera magia”, afirma Rob Halford, vocalista de Judas Priest.

Black Sabbath

Una influencia sin fronteras

El homenaje de este sábado en Birmingham será más que un concierto: es un testimonio del poder transformador de la música de Sabbath. Para Lzzy Hale, líder de Halestorm, su conexión con la banda fue inmediata. “Me atraparon desde el principio y fue algo que ni siquiera sabía cómo describir, pero lo entendía”, relata. “No sería la artista que soy hoy sin ellos”.

Taylor lo resume sin rodeos: “No tengo que buscar a Mercyful Fate ni a Damien Thorn. Vuelvo al principio. Vuelvo a Black Sabbath, a la canción, y el resto es historia”.

Ese regreso al origen es precisamente lo que celebran miles de fanáticos y músicos este sábado. Una vuelta al lugar donde todo comenzó, donde una banda con riffs pesados, letras oscuras y una visión distinta del rock plantó las semillas de lo que hoy conocemos como heavy metal.

Black Sabbath se despide de los escenarios, pero su eco retumbará por generaciones. Porque cuando el metal necesitó una guía, Sabbath ya había escrito la receta.