El FC Barcelona selló su clasificación a los octavos de final de la Copa del Rey, pero lo hizo con más esfuerzo del anticipado. El conjunto azulgrana debió apelar a la paciencia y a su jerarquía para superar 2-0 al Guadalajara, equipo de la Primera División RFEF, en el Estadio Pedro Escartín, en un compromiso que expuso las dificultades que suelen presentar este tipo de eliminatorias.
Con una alineación cargada de habituales titulares, el líder de LaLiga asumió el control del balón desde el inicio y monopolizó las acciones ofensivas. Sin embargo, se encontró con un rival ordenado, replegado en bloque bajo y decidido a cerrar espacios, lo que obligó al Barça a circular la pelota sin encontrar profundidad durante gran parte del encuentro.
La resistencia local se quebró recién al minuto 76, cuando Andreas Christensen apareció para abrir el marcador y darle tranquilidad al equipo catalán. A partir de ahí, el desarrollo se inclinó definitivamente a favor de los visitantes, que encontraron más espacios ante un Guadalajara obligado a adelantar líneas.
Ya en tiempo añadido, Marcus Rashford sentenció el partido con una definición precisa tras quedar mano a mano con el arquero, luego de una habilitación de Lamine Yamal. Con el 2-0 final, el Barcelona cumplió el objetivo de avanzar en el torneo, aunque dejó en evidencia que, incluso ante rivales de menor categoría, la Copa del Rey no admite distracciones.






