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Los Dodgers triunfan en un épico maratón de 18 entradas y toman ventaja en la Serie Mundial

Los Dodgers de Los Ángeles protagonizaron una noche histórica al vencer 6-5 a los Blue Jays de Toronto en un maratónico juego de 18 entradas, igualando el récord del partido más largo en la historia de la Serie Mundial. Con esta victoria, los angelinos tomaron ventaja de 2-1 en la serie al mejor de siete, tras más de seis horas de intensa competencia en el Dodger Stadium, donde más de 50.000 aficionados presenciaron un espectáculo épico de resistencia y emoción.

El gran héroe de la jornada fue Freddie Freeman, quien conectó un jonrón de oro en la parte baja de la 18ª entrada ante el relevista Brendon Little, desatando la euforia en las gradas. “Pura emoción”, expresó Freeman tras el encuentro. “Después de luchar durante casi siete horas, esto es lo mejor que se puede vivir”. Su batazo decisivo selló una victoria que pasará a la historia por su dramatismo y duración.

Shohei Ohtani fue la otra gran figura de la noche, protagonizando una actuación sin precedentes. El japonés impulsó tres carreras, anotó tres más y conectó cuatro hits, incluidos dos jonrones, convirtiéndose en el primer jugador en la historia de la postemporada en embasarse nueve veces en un solo juego. Además, igualó un récord de la Serie Mundial vigente desde 1906 al sumar cuatro extrabases en el mismo encuentro. “Quiero irme a dormir lo antes posible para prepararme para el Juego 4”, dijo Ohtani entre risas, ya que será el abridor de los Dodgers este martes.

El pitcher de los Dodgers Will Klein se alzó con la victoria en el tercer juego tras cuatro entradas lanzadas, permitiendo solo un hit y dos bases por bolas, además de ponchar a cinco bateadores.

El veterano lanzador de Toronto, Max Scherzer, también dejó su huella al convertirse en el primer pitcher en la historia de la MLB en aparecer en la Serie Mundial con cuatro equipos distintos. Sin embargo, su inicio fue complicado: permitió un doblete de Ohtani en la primera entrada y un jonrón de Teoscar Hernández en la segunda, que adelantaron a los Dodgers 2-0. Toronto reaccionó con fuerza en la cuarta, cuando Alejandro Kirk conectó un jonrón de tres carreras y Andrés Giménez añadió una más con un elevado de sacrificio para poner el marcador 4-2.

Los Dodgers empataron en la quinta entrada gracias a un doblete de Ohtani que impulsó a Kiké Hernández y un sencillo de Freeman que lo llevó al plato. Toronto retomó la ventaja 5-4 en la séptima con un doblete de Bo Bichette que permitió anotar a Vladimir Guerrero Jr., pero Ohtani volvió a responder con su segundo cuadrangular del juego, igualando el marcador 5-5 y desatando la locura en las gradas. Desde entonces, el duelo se convirtió en una batalla de lanzadores y jugadas defensivas memorables que mantuvieron el suspenso hasta el final.

El bullpen de los Dodgers fue clave en la recta final del encuentro, con dos entradas en blanco de Edgardo Henríquez y cuatro sólidas de Will Klein, quien se llevó la victoria. Cuando todo apuntaba a que el juego se extendería a la 19ª entrada, Freeman selló el destino del partido con un poderoso batazo al jardín central, desatando la celebración al ritmo de “I Love LA”. Con esta victoria, los Dodgers se colocan a la cabeza en la Serie Mundial y se aferran a un dato esperanzador: históricamente, el ganador del tercer juego ha conquistado el título en el 67 % de las ocasiones.