En un momento de máxima expectación global, cuando todas las miradas estaban puestas en la chimenea de la Capilla Sixtina a la espera de la primera fumata negra del Cónclave, un visitante inesperado se robó el protagonismo: una gaviota.
Poco después del cierre de las puertas de la Capilla, el ave se posó tranquilamente junto a la chimenea, convirtiéndose en el centro de atención de fieles y medios de comunicación congregados en la Plaza de San Pedro. Durante más de dos horas, la gaviota permaneció inmóvil sobre el tejado vaticano, como si también aguardara el humo que anunciaría al nuevo Papa.
Lo que comenzó como una curiosa escena en vivo se convirtió rápidamente en un fenómeno viral. Las redes sociales estallaron con una avalancha de memes, comentarios y teorías humorísticas sobre la gaviota, a la que muchos bautizaron como “el observador celeste del Cónclave”.
No tardaron en aparecer los perfiles en redes dedicados exclusivamente al ave. En Instagram, la cuenta @gaviota_del_conclave comenzó a publicar imágenes con comentarios irónicos, mientras que otro perfil, gaviota_conclave_official, compartió un video al estilo de una revelación de género, en tono cómico. «Soy actualmente el gaviota más famoso del mundo», reza la biografía del perfil, geolocalizado en el Vaticano.
En tono satírico, incluso se publicó una crítica a «Jonathan», otra gaviota ficticia: «Jonathan ha arruinado la reputación de todos nosotros los gaviotas. Lo odio a ese recomendado», se lee en una de las publicaciones. En TikTok, la cuenta “Gaviota Sistino Conclave I” recopiló los memes más populares bajo el lema: “Desde aquí arriba todo es más bonito”.
Aunque no es la primera vez que un ave protagoniza escenas similares durante un Cónclave —algo parecido ocurrió en la elección del Papa Francisco—, el fenómeno del “Gaviota del Vaticano” ha generado un fenómeno viral de alcance global, reflejando cómo incluso en los eventos más solemnes, el humor y la cultura digital encuentran su espacio.