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Dominicana abrirá fronteras a Haití solo si frena el canal

La frontera entre República Dominicana y Haití permanecerá cerrada hasta que los haitianos renuncien a la construcción de un canal para desviar agua del limítrofe río Masacre, anunció el domingo el presidente dominicano, Luis Abinader.

«Las medidas estarán en vigor hasta tanto consigamos la paralización definitiva del canal en construcción», anunció el mandatario en un mensaje televisado a la nación.

La decisión, recordó, incluye el «cierre de la frontera terrestre, aérea y marítima» con Haití, «la prohibición de la entrada (en República Dominicana) de los promotores» del proyecto y el reforzamiento de «la presencia militar» en los límites territoriales.

Se trata de una «respuesta contundente», afirmó.

En un mensaje de nueve minutos dirigido a la nación, el mandatario expuso los motivos que han le han llevado a tomar medidas como el cierre total de las fronteras con Haití o la suspensión de la emisión de visados a los ciudadanos haitianos.

Costrucción comenzó en 2018
Asimismo, afirmó que «no se trata de un conflicto entre dos pueblos, porque ni el dominicano ni el pueblo haitiano queremos la confrontación (…) pero sí estamos enfrentando a los incontrolables que mantienen la inseguridad en Haití y que por sus intereses particulares ahora conspiran también contra la estabilidad de su gobierno y la seguridad de nuestros recursos hídricos».

Tras exponer la importancia del río Masacre para República Dominicana como fuente hídrica para la producción agropecuaria y como límite fronterizo norte del territorio, Abinader hizo un repaso de cómo los acontecimientos han derivado hasta la actual situación, desde que, en 2018, ciudadanos haitianos iniciaron «la construcción unilateral» de un canal de riego.

El proyecto quedó paralizado tras el asesinato del presidente haitiano Jovenel Moise, «pero desde hace unas semanas se reinició la construcción ilegal promovida por los mismos agentes provocadores de siempre. Si hay incontrolables en Haití, les aseguro que no serán incontrolables para los intereses del gobierno dominicano».